lunes, 28 de enero de 2013

Prohibido mutilarlas

¡Basta ya!

TANIA MEZA ESCORZA
20 de enero de 2013

La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) cerró el 2012 con una gran noticia para todas: el pasado 20 de diciembre adoptó una resolución unánime (194 estados miembro) prohibiendo la mutilación genital femenina, que afecta a entre 100 y 140 millones de mujeres y de niñas en el mundo, estimándose que cada año tres millones adicionales de niñas corren ese riesgo.

“Este es un paso muy importante para alcanzar un cambio cultural y de comportamiento. La experiencia de ONU Mujeres en Burkina Faso, en Benín y otros países indica que mientras los esfuerzos por tipificar la mutilación genital como delito son primordiales, tienen que estar respaldados por servicios para las víctimas, haciendo participar a los que tienen influencia y apoyando las actividades comunitarias para cambiar las normas sociales, y tomando medidas prácticas para llevar a los culpables ante la justicia”, expresó John Hendra, subsecretario general y director ejecutivo adjunto de ONU Mujeres.

La mutilación genital femenina sigue siendo una costumbre arraigada en África, pero también en algunos países de Asia y Medio Oriente, en ciertas comunidades de inmigrantes de Estados Unidos, Canadá, Australia y entre la población indígena embera chamí de Colombia. Pero el riesgo no es solo para las niñas que viven en esas naciones, sino para todas aquellas que sin residir van de vacaciones a sus países de origen.

Esta mutilación abarca todos los procedimientos que entrañan la eliminación, total o parcial, de los genitales femeninos externos y otras lesiones de los mismos, realizadas de la manera más rudimentaria, antihigiénica e inhumana. Todavía se piensa que si las niñas renuncian a la misma, tanto ellas como sus familias se arriesgan a padecer vergüenza, exclusión social y que verán reducidas las perspectivas de matrimonio.

El dolor al practicar relaciones sexuales, los problemas en el parto (9 de cada 10 bebés que nacen muertos en Malí son de mujeres mutiladas genitalmente) que en ocasiones llevan a la muerte de la madre y/o del recién nacido y los traumas psicológicos, son algunas de las consecuencias de este tipo de prácticas. Entre sus complicaciones inmediatas se encuentran el dolor intenso, hemorragia, tétanos, retención de orina, llagas abiertas en la región genital y lesiones de los tejidos genitales vecinos. A largo plazo pueden profundizarse en infecciones vesicales y urinarias recurrentes, quistes, esterilidad en ciertos casos.

La mutilación genital femenina se clasifica en cuatro tipos principales: clitoridectomía (resección parcial o total del clítoris); excisión (resección parcial o total del clítoris y los labios menores, con o sin excisión de los labios mayores); infibulación (estrechamiento de la abertura vaginal para crear un sello mediante el corte y la recolocación de los labios menores o mayores, con o sin resección del clítoris) y “otros” (todos los demás procedimientos lesivos de los genitales externos con fines no médicos, tales como la perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital).

Sea cual sea el aberrante procedimiento, esta mutilación es practicada casi siempre en menores y constituye una violación de los derechos de la niña a la salud, la seguridad y la integridad física, a no ser sometida a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y hasta a la vida en los casos en que acaba produciendo la muerte.

Es de celebrarse que esta nueva resolución de la ONU inste a los países a condenar todas las prácticas dañinas que afecten a las mujeres y a las niñas, en especial las mutilaciones genitales femeninas, y a tomar todas las medidas necesarias, incluyendo el hacer cumplir las leyes, llevar a cabo campañas de concientización y asignar suficientes recursos para proteger a las potenciales víctimas de esta forma de violencia. Exige también una atención especial a la protección y a la asistencia de las que la han padecido, y a las que corren ese riesgo, inclusive de las mujeres refugiadas y las migrantes.

Evidentemente, la sola prohibición no detendrá los hechos, pero obliga mínimamente a los estados miembro de la ONU a legislar al respecto y a tomar partido en favor de las mujeres por encima de los usos y costumbres.

La titular de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, visitó Senegal, Malí y Nigeria, para verificar que las autoridades de esos países africanos cumplan con la reciente resolución de la ONU. La ex presidenta de Chile se reunió con jefes de Estado, líderes de la sociedad civil, académicos y empresarios, a fin de que se comprometan a erradicar cualquier forma de violencia de género. (Cimac Noticias)

* http://www.diariolarepublica.net/2013/01/prohibido-mutilarlas/

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